martes, 30 de junio de 2009

W. BURROUGHS: La metáfora viral y sus mutaciones antropológicas Por Adolfo Vásquez Rocca



W. BURROUGHS: La metáfora viral y sus mutaciones antropológicas

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Adolfo Vásquez Rocca

«Las epidemias se crean y se diseminan para lucrar con ellas,
vender productos de consumo derivados y la eliminación de fuerzas productivas...
tal y cual hacen las guerras... y con ello la ganancias de
nuevos mercados, más aún en época de crisis...».

Adolfo Vásquez Rocca

«El miedo a un desastre hace que todo el mundo
actúe de manera que fortalece el desastre».

Bertrand Russell


«
Las pestes no perdonan y atacan con el mismo entusiasmo
a los seres humanos y a los sistemas filosóficos...,
los fenómenos sociales se tienen que considerar siempre
desde un punto de vista epidemiológico y, a la inversa, también la memoria
es muy oportunista y sólo recuerda aquellas catástrofes
que a uno le son útiles. El sujeto moderno es
una víctima propicia de obsesiones oportunistas,
que en el lenguaje de la prensa se clasifican como información.
Lo que se llama información, es en realidad una
micro-obsesión que tiene carácter de epidemia colectiva
».
Peter Sloterdijk

1.- De la literatura conspirativa a la espectralidad de la
heroína

«Emitir no puede ser nunca mas que un medio
para emitir más, como la Droga. Trate usted de utilizar
la droga como medio para otra cosa (...) Al emisor no le gusta
la charla. El emisor no es un ser humano (...) Es el Virus Humano».

W. Burroughs

Burroughs [1] propaga su metáfora paranoica del virus a partir de Naked Lunch —El Almuerzo desnudo [2], obra casi inmediatamente posterior a Junky [3] que, desde la misma espectralidad de la heroína, emula con talento la escritura experimental de su época. La manía viral de Burroughs se muestra en cada una de sus obras, pero donde alcanza ribetes delirantes es en su Ensayo de ficción La revolución electrónica [4], donde el autor postula que el lenguaje humano es un sistema viral invasivo. Según Burroughs, una infección viral atacó a los homínidos del pre-paleolítico catalizando mutaciones deformantes de las neuronas, del aparato sonoro y de la estructura máxilofacial.

En la obra de William Burroughs el sujeto se encuentra manipulado y transformado por los procesos de contagio. El lenguaje es un virus que se reproduce con gran facilidad y condiciona cualquier actividad humana, dando cuenta de su intoxicada naturaleza. Los textos de Burroughs proliferan sin principio ni fin como una plaga, se reproducen y alargan en sentidos imprevisibles, son el producto de una hibridación de muy diversos registros que no tienen nada que ver con una evolución literaria tradicional, sus diferentes elementos ignoran la progresión de la narración y aparecen a la deriva desestructurando las novelas de su marco temporal, de su coexistencia espacial, de su significado, y posibilitando que sea el lector quien acabe por estructurarlas según sus propios deseos.

El propio Burroughs, en su novela Naked Lunch, visualiza masas ectoplásmicas compuestas de una sustancia gelatinosa más viva, y por tanto más repugnante y más fascinante que la vida misma, que posee y simula indiferentemente tanto la fisonomía de los yonquis como la de los agentes federales que los persiguen. Repúblicas, corporaciones, organizaciones, labo-ratorios, sustancias, funcionarios, agentes, técnicos, víctimas, conspiradores, tan alucinados como hiper-reales conforman el cultivo viral, ectoplasmoide que palpita en torno al agujero negro de la Droga [5].


2.- La droga y sus ciclos compulsivos; monopolio y escatología

Como podemos constatar en los textos inaugurales de Burroughs y en la legislación anti-droga que les precedieron por apenas unos años, el imaginario de la Droga ha invocado desde sus inicios la fobia del contagio. La droga figura como agente extraño que infecta el cuerpo social. Hasta la propia escritura sobre el flagelo, incluyendo este texto, debe poseer propiedades infecciosas, según los más adeptos censores. Hoy, en la época del HIV, y dadas las metonimias de droga, sexo y sangre que conforman sus historias de contagio, surge una encarnación espectral de la Cosa con grandes repercusiones imaginarias y simbólicas de valor atávico: ella es el plasma sanguíneo humano. Es perfectamente previsible y poco sorprendente que la Droga máxima, y por ende, el máximo agente viral por venir en esta época de revolución apocalíptica permanente, sea la sangre humana.

Un admirador de Burroughs, Terry Southern, pergeñó un oscuro relato titulado La sangre de un pelucón, donde el protagonista agarra tremendos embales inyectándose sangre humana gracias a sus contactos con una cábala de tecnólogos adjuntos a un manicomio donde ellos obtienen y distribuyen la sangre con propiedades psicoactivas de los pacientes esquizos. De hecho, el investigador del museo Pitts River de Oxford, Richard Rudgley, constata informes sobre la presencia natural del potente alucinógeno 5-MeO-DMT en la sangre de algunos esquizofrénicos. Por otro lado, el novelista británico Phillip Kerr, en su crónica de ciencia-ficción, El segundo ángel, visualiza un año 2069 cuando el precio estándar de la sangre regula la economía global.

El 80% de la población está contagiada de un virus análogo al HIV, aunque de acción más lenta y con pronóstico fatal de 100%. La acción retardada e inicialmente indetectable del virus decuplica su potencial de contagio. La única cura disponible supone una transfusión completa de sangre incontaminada. El precio del litro de sangre pura se dispara hasta rebasar por mucho el precio del oro, convirtiendo la sangre en nuevo estándar monetario de la economía internacional. Poderosos bancos de sangre rigen la economía. La actividad criminal se transforma: los bancos de sangre se albergan tras inexpugnables fortalezas digitalizadas; carteles hematológicos controlan un tráfico ilegal de sangre, bandidos vampirescos asaltan a personas incontaminadas para absorberles la última gota de plasma, sobrepreciada mercancía que anula el valor de toda otra posesión, incluyendo el dinero mismo -¡quién quiere tu dinero, lo que queremos es tu sangre!, ¡tu sangre es dinero!

Ahora bien, el aparato lógico-retórico puede ser rearmado y asumir diversas formas. Algo similar acontece en un sistema viral, apto para reproducir a cada instante una replica de sí mismo. De aquí puede desprenderse una zozobra de carácter ontológico-lingüística, la duda: ¿somos nosotros los que hacemos el lenguaje o el lenguaje a nosotros? (Beckett). El caso es que los virus, sean estos orgánicos o digitales (informáticos), ilustran de manera insuperable los caminos que escoge el universo para resumirse, en un ajuste de cuentas abstracto con los signos —y su vocación viral— que amenazan con un día detenernos para siempre en una confusión de lenguas: la dispersión en nuestra propia Babel, el extravío en nuestro laberinto recursivo.

Ante esta situación vírica que Burroughs considera que impregna la existencia, el escritor entiende que nuestro fin es el caos [6]. El caos como un espacio mítico donde reina lo híbrido, la fusión de lo contradictorio, el doble monstruoso. La función del caos en la escritura será una fascinación por los residuos, por el flujo verbal que nos lleva al hundimiento y a la perdida, por el retorno al silencio. La aspiración será «Encontrar un lenguaje endémico, caótico, que sea un lenguaje del cuerpo, que se convierta entonces en el fin reconocido de la escritura [7]».

Será así como Burroughs basará su trabajo literario en la discontinuidad, la reiteración, la contaminación, lo inacabado y desmembrado, todo ello reflejo de un mundo corrompido, en vías de descomposición, y de un individuo desgarrado y confuso, que se aproxima a su negación.

Al comparar los fenómenos orgánicos con los fenómenos reproductivos que acaecen en el mundo virtual, es indudable que podemos extraer lecciones profundas sobre la naturaleza de los procesos lógicos. Aquí los virus constituyen una metáfora fundamental que posibilita una lectura antropológico-literaria de los textos de Burroughs. Esto, por las particulares características de estos micro-organismos, por sus despliegues alambicados, por su autonomía y su narcótica autorrefe-rencialidad y, sobretodo, por su hábil oportunismo.

El virus informático, es el más curioso y paradójico síntoma de que la tecnología, al desbordar sus finalidades, provoca imprevisibles ironías. Ellos, remotos, numerosos, multi-direccionables, anónimos, apostados esperando el sabotaje patológico: a fuerza de autorreproducción ciega, amenazan con llevar el sistema al estado de entropía máxima, muerte térmica de la programación, donde sólo habita el virus.

Es posible que en algunos años las técnicas de escritura viral, ya hoy en un embrionario proceso invasivo, pasen a constituirse en los únicos medios de expresión, en el ultimo balbuceo de un lenguaje infiltrado y parasitado, en el cierre definitivo del universo del discurso.

Los actos de un toxicómano cualquiera, como los personajes que pululan en el alucinado universo de Burroughs, se estructuran como un lenguaje altamente inestable. La droga produce esa mirada extraña, ese estado alucinatorio a partir del cual se establecen paranoicas e instrumentales relaciones. Todos los valores sociales, culturales y morales del hombre parecen condensarse en una ecuación única que Burroughs llama el álgebra de la necesidad. El elemento alucinógeno no es más que un gran aparato de control, que a su vez se sitúa debajo de otro, el médico-policiaco, el cual cumple la misión de generar la adicción. «La droga es un molde de monopolio y posesión (...) la droga es el producto ideal (...) la mercancía definitiva [8]».

En el mundo de Burroughs la expresión «vivir para la droga» es inadecuada, pues la droga no sería siquiera el objeto de una vida. Más bien la droga sustituye el vivir, deja de ser objeto de la pulsión vital para sustituir esa pulsión con su propio ciclo compulsivo, con una 'vida' más real que la vida misma.

«La droga —señala Burroughs— es una inoculación de muerte que mantiene el cuerpo en condición de emergencia [9]». Un cuerpo para el capital es un cuerpo en perenne condición de emergencia. El capital se retroalimenta de la revolución permanente de sus propias condiciones de producción, que se repiten y perpetúan gracias a su autodestrucción cíclica continua. La droga como mercancía importada por los centros capitalistas de occidente es la advocación escatológica del ciclo del capital, su absoluto end-product revelado como avatar tóxico de sí mismo.

Su principal síntoma fue el lenguaje. En este teorema de Burroughs el síntoma y el agente infeccioso son indistinguibles. El lenguaje humano es una espora semiótica de virus desmolecularizados, con los que la CIA, la KGB y otras instituciones espectrales infectan y reinfectan a la población incauta. La adición a las drogas, las perversiones y los motines urbanos actúan como señales sintomáticas y como dispositivos de contagio. El oficiante underground de la droga, del sexo y de la violencia cumple su tarea revolucionaria al acelerar indefinidamente la propagación viral masiva con todo tipo de trucos electrónicos y massmediáticos. El objetivo es la revolución apocalíptica permanente. No es difícil deducir que existe una relación simbiótica entre el recurso del apocalipsis y la consistencia espectral de las instituciones del poder.

Consideremos además que la droga, esta droga —la morfina— o cualquier otra, es un anti-objeto; que la droga es poco definible como objeto de deseo, pues la construcción de su hábito conlleva sustituir los objetos de deseo ordinarios forjados, perseguidos, sitiados, capturados o evadidos en las fantasías de la realidad cotidiana, por un solo objeto que, como el dinero, representa a todos los objetos sin poseer otro valor que sustituir esos objetos.

3.- Periplos de inmortalidad y angustia de caducidad

El mundo era un frío laboratorio y la inmortalidad nuestra mayor fantasía. Dispuestos para la resurrección biotecnológica yacen congelados, suspendidos criogénicamente, los restos de Walt Disney. Sin embargo la muerte esta ya en marcha en el seno misma de la vida.

Por lo general, una célula esta destinada a dividirse un cierto número de veces para luego morir. Pero si en el curso de esta división, algo perturba este proceso —por ejemplo, una alteración en el gen que previene los tumores o en los mecanismos que gobiernan la apoptosis [10] celular— la célula se convierte en una célula cancerosa. Olvida morir. Olvida cómo morir. Continúa clonándose a sí misma una y otra vez, creando miles de réplicas de sí misma, llegando así a formar un tumor. Lo habitual es que el sujeto muera como resultado de ello y que las células cancerosas mueran con él. Pero en el caso de Henrietta Lacks, las células tumorales tomadas de su cuerpo fueron cultivadas en un laboratorio y continuaron proliferando incesantemente. Llegando a constituir un espécimen tan sorprendente y virulento que ha sido enviado al espacio, a bordo del satélite norteamericano Discovery 17. Así el cuerpo diseminado de Henrietta Lacks, clonado a nivel molecular, está realizando sus periplos de inmortalidad.

Hay algo escondido dentro de nosotros; nuestra propia muerte pero algo más está oculto, al acecho, apostado dentro de cada una de nuestras células: el olvido de la muerte. En las células acecha nuestra inmortalidad.

Es habitual hablar de la lucha de la vida contra la muerte, pero hay un peligro inverso. Tenemos que luchar contra la probabilidad de que no muramos.

Ciegamente soñamos con vencer la muerte a través de la inmortalidad, ignorando que este es tal vez el más terrible de los destinos.

Codificado en la temprana vida de nuestras células, este destino está ahora reapareciendo en nuestro horizonte, con la llegada de la clonación.

La pulsión de muerte, según Freud, es precisamente la nostalgia de un estado anterior a la aparición de la individualidad y de la diferenciación sexual, un estado… Repeticiones de seres idénticos.

Nos encontramos en el proceso de reactivar esta inmortalidad patológica, la inmortalidad de la célula cancerígena, tanto a nivel individual como al nivel de las especies como un todo. Es la venganza contra los seres mortales y sexuales de las formas de vidas inmortales e indiferenciadas, En lo que podríamos llamar, al modo de Baudrillard, la solución final.

Un sistema viral produce a cada instante una réplica de sí mismo.

En el contexto de una guerra biológica, al tiempo que el autor de un virus anuncia su presencia devastando el ambiente, el propio virus, con relativa autonomía, también se anuncia a sí mismo, desbordando incluso su proyecto original por vía de alguna mutación inesperada.

La muerte, que una vez fue una función vital se podría convertir en un lujo, en un costoso placer. En todos los modos futuros de la civilización, donde la muerte habrá sido eliminada, los clones del futuro podrán pagar muy bien por el lujo de morir.

Ni la psicología ni la biología han reconocido el lugar central de la pulsión de muerte en la determinación de los seres humanos. Y así como hay una pulsión de inmortalidad para la cual se tienen respuestas tecnológicas como la clonación, también hay una pulsión de muerte. Como hemos visto, estas pulsiones entran en juego simultáneamente y es posible que una no sea más que una variante de la otra, nada más que su dilatación.

4.- Las metáforas de la Enfermedad y sus mutaciones antropológicas

¿Qué clase de cosa es la Enfermedad (siempre se trata de una y sólo una: en el siglo XIX, en el XX, en el XXI), y en qué sentido nos sirve para pensar la literatura? Una cosa imaginaria, una cosa en el registro de lo imaginario y, por eso, parte de la ecología de la Imaginación.

La enfermedad, disturbio de la salud, al mismo tiempo que representa un desorden de la naturaleza, es aquello que se sustrae al aparato jurídico. Lo señala Foucault en su curso Los anormales (1975) y en los libros que de ese curso se deducen, como Vigilar y castigar o el primer tomo de la Historia de la sexualidad): la teratología del siglo XIX es una teoría donde lo monstruoso es aquello que desafía a la vez las leyes naturales y las leyes del sistema jurídico [11].

Los portadores de HIV son los verdaderos cyborgs de nuestro tiempo: una conexión hombre-máquina donde la farmacología establece un agenciamiento molecular, una relación diseminada en cada molécula del cuerpo. Más allá del monstruo clásico del siglo XIX y del cuerpo sin órganos del siglo XX, es ésta la mutación antropológica de la que somos protagonistas.

La noción de monstruo es esencialmente una noción jurídica —jurídica en el sentido amplio del término, claro está, porque lo que define al monstruo es el hecho de que, en su existencia misma y su forma, no sólo es violación de las leyes de la sociedad, sino también de las leyes de la naturaleza—. Es, en un doble registro, infracción a las leyes en su misma existencia. El campo de aparición del monstruo, por lo tanto, es un dominio al que puede calificarse de jurídico biológico. Por otra parte, el monstruo aparece en este espacio como un fenómeno a la vez extremo y extremadamente raro. Es el límite, el punto de derrumbe de la ley y, al mismo tiempo, la excepción que sólo se encuentra, precisamente, en casos extremos. Digamos que el monstruo es lo que combina lo imposible y lo prohibido.

El monstruo es la excepción por definición; el individuo a corregir es un fenómeno corriente. Tan corriente que presenta —y ésa es su primera paradoja— la característica de ser, en cierto modo, regular en su irregularidad. Por consiguiente, a partir de ahí también van a desplegarse toda una serie de equívocos que reencontraremos durante mucho tiempo, luego del siglo XVIII, en la problemática del hombre anormal [12].

5.- Profusión textual, alteridad y fenómenos can-cerígenos

Nada más expansivo —y profuso—, además de límite como experiencia, que el cáncer; un linfoma del que nunca se había notado más que su eventualidad (no su necesidad, por cierto: pocos trasplantados pasan por ello), señalada en el prospecto de la ciclosporina. La causa es la baja inmunitaria. El cáncer es como el rostro masticado, ganchudo y estragado del intruso. Extraño a mí mismo, y yo mismo que me enajeno. ¿Qué decir? si se discute todavía acerca de la naturaleza exógena o endógena de los fenómenos cancerígenos.

Aquí también, de otro modo, el tratamiento exige una intrusión violenta. Se está ante procesos y terapias altamente invasivos. Incorpora una cantidad de ajenidad quimioterapéutica y radioterapéutica. Al mismo tiempo que el linfoma roe el cuerpo y lo agota, los tratamientos lo atacan, lo hacen sufrir de diversas maneras, y el sufrimiento es la relación entre una intrusión y su rechazo. Aun la morfina, que calma los dolores, provoca otro sufrimiento: el embrutecimiento y el extravío.

El tratamiento más elaborado se denomina «autotrasplante» (o «trasplante de células madre»): después de haber vuelto a activar mi producción linfocitaria por medio de «factores de crecimiento», durante cinco días seguidos se extraen glóbulos blancos (se hace circular toda la sangre fuera del cuerpo y los extraen mientras ésta circula). Los congelan. Luego ponen al paciente en una cámara estéril durante tres semanas y le aplican una quimioterapia muy fuerte, que deprime la producción de la médula antes de reactivarla mediante el reimplante de las células madre congeladas (sobrevuela un extraño olor a ajo durante este procedimiento…). La baja inmunitaria llega a niveles extremos y genera fuertes fiebres, micosis, trastornos en serie, antes de que la producción de linfocitos se recupere.

Uno ya no se reconoce: pero «reconocer» no tiene ahora sentido. Uno no tarda en ser una mera fluctuación, una suspensión de ajenidad entre estados mal identificados, dolores, impotencias, desfallecimientos. La relación consigo mismo se convierte en un problema, una dificultad o una opacidad: se da a través del mal o del miedo, ya no hay nada inmediato, y las mediaciones cansan [13].

El punto donde Yo termino no es más que un hilo tenue, de dolor en dolor y de ajenidad en ajenidad. Se llega a cierta continuidad en las intrusiones, un régimen permanente de la intrusión: a la ingesta más que cotidiana de medicamentos y a los controles en el hospital se agregan las consecuencias dentales de la radioterapia, así como la pérdida de saliva, el control de los alimentos y el de los contactos contagiosos, el debilitamiento de los músculos y de los riñones, la disminución de la memoria y de la fuerza para trabajar, la lectura de los análisis, las reincidencias insidiosas de la mucositis, la candidiasis o la polineuritis, y esa sensación general de no ser ya disociable de una red de medidas, de observaciones, de conexiones químicas, institucionales, simbólicas, que no se dejan ignorar como las que constituyen la trama de la vida corriente y, por el contrario, mantienen incesante y expresamente advertida a la vida de su presencia y su vigilancia. Soy ahora indisociable de una disociación polimorfa [14].

6.- Profilaxis, virulencia y políticas de climatización

El universo era un frío laboratorio y el mundo un experimento térmico donde proliferan políticas de climatización. El calentamiento global o la helada cósmica vienen a ser dos apocalípticos escenarios, escatológicamente excluyentes, pero posibles como condiciones de inviabilidad de la especie; aún cuando en realidad podamos suponer que el exterminio del hombre ha comenzado ya y está teniendo lugar con el exterminio de sus gérmenes. Así, sin más, con sus humores, sus pasiones, su risa, su sexo, sus secreciones, sus fluidos, el propio hombre no es más que un sucio y pequeño germen, un virus irracional que altera el universo de la transparencia. Cuando sea expurgado, cuando todo haya sido expurgado y haya sido eliminada toda la contaminación social y bacilar, sólo quedará el virus de la tristeza en un universo de una limpieza y una sofisticación mortales.

Siendo a su vez el pensamiento —como hemos anticipado— una red de anticuerpos y un sistema de defensa inmunológica natural, éste también se encuentra fuertemente amenazado. Corre el peligro de ser drásticamente sustituido por una burbuja electrónica cerebro-espinal expurgada de cualquier reflejo animal o metafísico. De algún modo todos ya vivimos en una esfera [15] (Sloterdijk) como las que rodean a algunos personajes del Bosco, envoltura transparente en la que nos refugiamos, a la vez desvalidos y superprotegidos, condenados a la inmunidad artificial y a la transfusión perpetua y condenados a morir al menor contacto con el mundo.

Bien pude ser esta la forma en que hemos perdido las defensas, convertidos en inmunodeficitarios virtuales.

En un espacio superprotegido, el cuerpo pierde todas sus defensas. En las salas quirúrgicas la profilaxis es tan exacerbada que ningún microbio y ninguna bacteria pueden sobrevivir. Ahora bien, justo allí es donde nacen ciertas enfermedades misteriosas, anómalas, virales. Pues los virus, por su parte, proliferan tan pronto como se les deja espacio. En un mundo expurgado de las viejas infecciones, en un mundo clínico «ideal», se despliega una patología impalpable, implacable, nacida de la propia desinfección.


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NOTAS

[1] William Burroughs, St. Louis EE.UU., 1914-1997.

[2] BURROUGHS, William, El Almuerzo desnudo, Ed. Bruguera, 1980.

[3] BURROUGHS, William, Yonqui, Ed. Júcar, Barcelona, 1988.

[4] BURROUGHS, William, The Electronic Revolution, 1970.

[5] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, William Burroughs; Metáfora Viral, compulsión y Literatura conspirativa, En Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas | 13 (2006.1) http://www.ucm.es/info/nomadas/13/avrocca2.pdf

[6] CORTÉS, José M., Orden y Caos; Un estudio sobre lo monstruoso en el arte, Ed. Anagrama, Barcelona, 1997, p. 191.

[7] GRÜNBERG, S., À la recherche d’un corps (Language et silence dans l’oeuvre de William Burroughs), Paris, Seuil, 1979, p. 81.

[8] BURROUGHS, William, El Almuerzo desnudo, Ed. Bruguera,
1980, p. 8-9

[9] BOCKRIS, Víctor, Con William Burroughs; Conversaciones privadas con un genio moderno, Ed. Alba, Barcelona, 1998.

[10] Especie de «muerte celular programada», un «suicidio» genéticamente determinado.

[11] FOUCAULT, Michel, Historia de la sexualidad, Vol. 1. La voluntad de saber. Editorial siglo XXI, Madrid, 1978.

[12] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Foucault; 'Los Anormales', una genealogía de lo monstruoso, en HOMINES, Málaga, Diciembre, 2007
http://www.homines.com/palabras/foucault_anormales/index.htm

[13] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Las metáforas del cuerpo en la Filosofía de Jean-Luc Nancy: Nueva carne, cuerpo sin órganos y escatología de la enfermedad, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas ISSN 1578-6730 - Universidad Complutense de Madrid, | Nº 18 - 2008 (1) | Enero-Junio 2008 -1º | pp. 323-333. http://www.ucm.es/info/nomadas/18/avrocca2.pdf

[14] Ibid.

[15] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Artículo, Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización. En Eikasia Revista de Filosofía, año I - número 5- julio 2006 , Oviedo, España ISSN: 1885-5679; http://www.revistadefilosofia.com/SLOTERDIJK.pdf

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Otros artículos de Adolfo Vásquez, en Revista Almiar: Joseph Beuys «Cada hombre, un artista». Los Documenta de Kassel o el Arte abandona la galería l Poética del ajedrez. Composición y escritos tácticos l Pina Bausch; Danza Abstracta y Psicodrama Analítico l Lo monstruoso en el arte l Georges Perèc o la literatura como arte combinatoria (Instrucciones de uso) l Coleccionismo y genealogía de la intimidad l Baudrillard; cultura, narcisismo y régimen de mortandad en el sistema de los objetos l Rostros y lugares del anonimato en la sobremodernidad l Richard Rorty; el pragmatismo y la filosofía como género literario l Alfredo Jaar; el secuestro de las imágenes y el Proyecto Ruanda

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viernes, 26 de junio de 2009

Revista Observaciones Filosóficas Nº 8 / 2009

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Revista Observaciones Filosóficas


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Revista Observaciones Filosóficas

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1º semestre 2009

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¿La política occidental es co-originariamente biopolítica? Agamben frente a Foucault y Arendt

Dr. Adriano Correia - Universidad Federal de Goiás, Brasil

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Los caprichos del vacío: entre la fenomenología de la ausencia y la metafísica de la simulación

Dra. Rosa María Rodríguez Magda - Universidad de Valencia

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Lo spazio della storia. Antropologia, società e globalizzazione nella riflessione di Peter Sloterdijk

Dra. Silvia Rodeschini - Università di Bologna

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Las nuevas aventuras de la Dialéctica: Guattari, Virno y Žižek

Dr. Eduardo Pellejero - Universidade Nova de Lisboa

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'El origen del drama barroco alemán' de Walter Benjamin; Consideraciones epistemo-críticas

Dra. © Micaela Cuesta - Universidad de Buenos Aires

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Jean-Luc Nancy e le arti plurali; Il nesso tra ontologia e estetica

Dra. Chiara Tinnirello - Accademia Di Belle Arti Val di Noto

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Deseo, flujos y líneas de fuga en 'Reina Amelia' de Marosa di Giorgio: máquina literaria y deseo esquizo

Lic. Ana Llurba - Universidad Nacional de Córdoba

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Políticas de la (in) visibilidad: Lectura anacrónica y dialéctica de la controversia bizantina

Dra. Zenia Yébenes Escardó - Universidad Nacional Autónoma de México

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La incertidumbre radical del “nosotros” nietzscheano en la Genealogía de la Moral

Lic. Maria Camila Cerra - Universidad de Buenos Aires

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Esbozo para una fenomenología de la palabra y los “actos de habla”; de Aristóteles a J. L. Austin

Dr. © Cristian Palazzi - Universidad Ramon Llull, Barcelona

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Poética del espacio en Blanchot y Sloterdijk; Hacia un encuentro de otredades entre filosofía y literatura

Dr. © Rolando Garrido Quiroz - Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

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Tradición, innovación y técnica; sobre el sentido actual de las humanidades

Dr. Jesús Rodolfo Santander - Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México

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Las críticas de Habermas; Del discurso filosófico de la modernidad a la 'Teoría de la acción comunicativa'

Dr. Adolfo Vásquez Rocca - PUCV - Universidad Andrés Bello

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Deixis en Fantasma; Notas de Derrida sobre el simbolista Mallarmé

Dr. Gabriel Restrepo - Universidad Nacional




Director: Adolfo Vásquez Rocca | Revista Observaciones Filosóficas © 2005 - 2009 DanoEX

"ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA": EXPOSICIÓN 'ESFERAS, FLUJOS Y COMPLEJIDAD EXTRAHUMANA'; PINTURAS EN BUENOS AIRES.


En Galería Sónar - Buenos Aires

http://www.biogridnet.es/logos/logo_ucm.bmp

Espacio Expositivo Itaca [Homines Arte y Cultura] Málaga.

Ver: ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA - Joseph Beuys: "Cada hombre, un artista"

http://www.mediateletipos.net/wp-content/images/2008/04/foarm_logo6.jpg


Agosto – Noviembre de 2007

EXPOSICIÓN "Esferas, flujos y complejidad extrahumana" Galería SONAR -Arte y Estudios Culturales- Buenos Aires.

Por Rosa Aksenchuk


- La producción pictórica de Adolfo Vásquez Rocca, tras exploraciones en el arte objetual y conceptual en su vertiente analítica, es otro registro de su trabajo crítico y ensayístico en torno a la condición posmoderna. El imaginario de esta muestra se nutre de los temas de la alteridad y los problemas identitarios del hombre contemporáneo, de su conflictuada relación con el paroxismo tecnológico y su agobio ante el vértigo de la información, así como frente a la alienación en las sociedades postmodernas. Las obras ofrecen una conceptualización del futuro. El espacio cultural de la reproducción, la era de la clonación y la cosificación del ser humano. La excesiva medicalización de nuestras sociedades, convertidas en verdaderos Estados terapéuticos. El autor avizora como la explosión de las nuevas tecnologías no sólo está conformando nuevas formas de subjetividad, sino también, y esto es lo más provocador, una 'nueva carne'. El cuerpo ha dejado de ser algo natural, se imponen los implantes, los injertos. La muestra es así una tentativa de comunicar la invasión del cuerpo, su fragmentación e incluso su vaciamiento”.




http://revista.escaner.cl/files/Obra%20Adolfo%20Vasquez%20Rocca.jpg

Exposición de Arte / Adolfo Vásquez Rocca: Obra "Los Observadores"


Operando desde las imágenes la desestabilización del cuerpo como un híbrido difícil de precisar. En estas imágenes por momentos turbadoras, aparece el sujeto en su radical alteridad en el límite de estar ya desposeído de sí mismo, sin intimidad posible, totalmente expuesto en la sociedad del espectáculo, vuelto hacia las formas de la exterioridad. Nuestra soledad demanda un espejo simbólico en el cual poder reencontrar a los otros. Buscamos en el espejo la unidad de una imagen a la que sólo llevamos nuestra fragmentación, arrojados a la extrañeza de un mundo sin coartada dramática. Más allá de la representación de la realidad, nos topamos con estas obras en una especie e Laboratorio donde se ensaya la provisional puesta entre paréntesis del mundo para auscultarlo. Así la obra de Adolfo Vásquez Rocca, anacrónica y contemporánea, impone un irreductible singularidad que subvierte el eclipsante ideario de nuestro tiempo. Una vez más la cuestión del estatuto de lo "humano" -de “Las Reglas para el Parque Humano”- nos sumerge en el apasionante debate en torno a la existencia en sus límites o más allá de ellos, en la condición posthumana, allá donde asoma el sobre-hombre de Nietzsche; El Cuerpo sin Órganos de Deleuze, el autor, filósofo de profesión, sabe dejar pistas escatológicas y claves hermenéuticas para remitirnos a un ideario y a un corpus de autores que con resonancias espirituales y postmetafísicas han dado cuenta del hombre contemporáneo en algunos casos como una animalitas fracasada -un metafísico animal de la ausencia- según lo ha denominado Sloterdijk o como un simulacro, como una paroxística representación de sí mismo al infinito, según la expresión de Baudrillard”.


Así, como en “La sociedad del espectáculo” y “La transparencia del mal”, ante el horror de lo real que amenaza ciertamente con devorarnos, la existencia desfallece, se hunde en las procelosas aguas del nihilismo; con “El desprecio de las masas” nos toca hoy ubicar remotos oasis, en el desierto del mediodía del mundo moderno. Mientras tanto una masa indigna, llegada con retraso a una Ilustración ya desilusionada, se solaza en recrear “La violencia de lo sagrado”, sin recaer en guiños moralistas ni incurrir en en el exceso discursivo, en el dibujo psicologista indiscriminado de lo demasiado humano, sino de manera contenida estas obras nos permiten emocionarnos con la soledad turbadora de personajes que parecen deambular en búsqueda de un tiempo jamás recobrado”.



Adolfo Vásquez Rocca


Con la Exposición que aquí presentamos -“Esferas, flujos y complejidad extrahumana”- nos toca hoy repensar una existencia digna en el horizonte omnímodo del nihilismo, cuando tanta “Arqueología del saber” y otras tantas potencias redentoras a las cuales confiaron los hombres el rescate de su ser, han periclitado, convertidas en parodias de simulacros neuróticos o incluso psicóticos”.



Adolfo Vásquez Rocca

La morfología y la anatomía se encuentran en una mesa de disección, la que parece ser su paleta de colores o de materiales -mejor aún- de la fatiga de material. De la fatiga de las historias, de la deriva del yo, de su final disolución, tal como lo insinúan la borradura de los rostros en estas pinturas. El hombre que ha dejado de ser humano, para adentrarse en una condición post-humana, el cyborg, el androide -con referencias a la cópula animal-máquina. O tal vez se trate de máquinas célibes. De injertos, prótesis e implantes. La atmósfera de estas pinturas es la de la trasgresión de fronteras entre lo natural y lo artificial. Elementos de este tipo encontramos en buena parte de la obra ensayística del artista”.

Adolfo Vásquez Rocca: Obra"Teoría de la Clase Ociosa"


Sensible a los avatares de nuestra época, Adolfo Vásquez Rocca se asoma a través de sus obras, en una mirada apocalíptica, a los escenarios de la devastación, a la gestión de la catástrofe. En su pintura se observan sujetos replicantes deambulando en escenarios postnucleares, alterados sinápticamente como consecuencia de la polución ambiental y los elevados niveles de estática que se emiten desde pantallas y monitores sin testigo. Se advierte también la disolución de la identidad en el advenimiento de una era eugenésica en la que el cuerpo de neurólogos y cirujanos se ha posicionado como casta dominante, el gobierno está en manos de obsesos de la experimentación genética. Es la dictadura de la prescripción farmacológica. El eje articulador de la muestra parece así estar constituido por las nociones de “alteridad” e “identidad”. Una iconografía de la desaparición y del olvido, con su consecuente iconográfica famélica en la representación de la figura humana, estilizada hasta la anorexia, nueva deriva a-perceptiva en tiempos de crisis alimenticio-identitaria. Una deriva replicante de la identidad en la que ya no hay vestigios de reconocimiento posible”.


http://www.revista.escaner.cl/files/Vigilar%20y%20Castigar%2020_.jpg

Exposición de Arte Adolfo Vásquez Rocca / Obra: "Vigilar y Castigar"

http://www.psikeba.com.ar/obras/expo2/Adolfo_Vasquez_Rocca_Exposicion.htm

http://www.psikeba.com.ar/obras/expo2/0001_Complejidad_Extrahumana.htm


Lic. Rosa Aksenchuk

Curadora

Buenos Aires

http://www.psikeba.com.ar/RA/autor.htm

EXPOSICIÓN

LA CONDICIÓN POSTHUMANA II; 'ESFERAS, FLUJOS Y COMPLEJIDAD EXTRAHUMANA'”

http://www.ucm.es/info/nomadas/12/avrocca6.jpg
Adolfo Vásquez Rocca

Autor: Adolfo Vásquez Rocca

Fecha: Agosto – Noviembre de 2007

Lugar: Espacio expositivo ITACA, Málaga.

Dirección: http://www.homines.com/itaca/vazquez_condicion_posthumana/index.htm


Por Susana Hermoso-Espinosa García


"Exposiciones como la que ahora nos ocupa, nos sitúan ante un hecho sociocultural que reclama una reflexión exigente capaz de orientar hacia el interior. Si la pintura, como pensara Norman Bryson, tiene algún poder intrínseco, que ejerce su propio territorio, ese es el exceder las fijezas de la representación; un sabotaje se produce entre la mirada y el vistazo, en un desplazamiento hacia el placer que aporta el cuerpo del pintor a la superficie bidimensional:’el cuadro puede estar eclipsado en sus propias representaciones, puede desaparecer como un dios, en la abundancia de sus atributos; pero es hacia fuera, desde su musculatura invisible, y no hacia adentro, desde su mirada ávida, hacia donde fluyen las imágenes’.

En una referencia analítica de las obras concretas que se nos presentan en esta exposición, observaremos que ellas componen un amplio abanico de posibilidades de las pocas tendencias de nuestro, por otro lado, casi inagotable actual lenguaje plástico se escapan. La hibridación de objetos la realiza Adolfo Vásquez Rocca con una fuerza, de veras impresionante por la originalidad de su inventiva y por el cúmulo de sugestiones que comporta.

Adolfo Vásquez Rocca


El estilo de este artista transita de una manera muy particular por la ‘nueva figuración’, no es un simple nuevo realismo al modo de la tendencia concreta acuñada por Pierre Restany; nada hay que sea caprichoso, sino que todo está animado por una intencionalidad y alumbrado por una conciencia lucida. Es realmente un arte crudamente realista, aun cuando no se trata una representación, o mera ilustración cosmética, sino de la presentación de una realidad que por momentos deviene incomoda y corrosiva, un poco como Bacon y otros autores de la Escuela del Desastre. Por esto la obra que aquí presentamos no es sólo una crónica de nuestro tiempo y nuestra condición posthumana, sino también un estigma de la circunstancia, una exudación extraestética y anestésica al modo de recursos farmacológicos que nos permiten enfrentar la realidad diluida de su amenaza y sin coartadas dramáticas. Es, precisamente, esta función de diagnostico de época y estrategias de sobrevivencia lo que determina el valor polisémico y multilineal de de esta Exposición que a través de miradas provocadoras e interpelaciones invitan al dialogo con la obra.



En Adolfo Vásquez Rocca se cumple una vocación decidida de hallar un lenguaje plástico adecuado al descontento con la posmodernidad y los vicios del mundo moderno; de partir de una idea crítica para desarrollar una obra contundente en la que la anécdota cobra una dimensión universal y cuya lectura es un invitación a adentrarse en un simulacro cuyo efecto es el de la perplejidad al constatar que vivimos en un universo extrañamente parecido al original, donde -las cosas aparecen, como señalaba Baudrillard, replicadas por su propia escenificación”.

Adolfo Vásquez Rocca


Curadora

Lic. Susana Hermoso-Espinosa García


Museóloga e Historiadora del Arte, Málaga

Galería: EXPOSICIÓN “ESFERAS, FLUJOS Y COMPLEJIDAD EXTRAHUMANA”


Ver EXPOSICIÓN: Adolfo Vásquez Rocca

El Viaje - Adolfo Vásquez Rocca

Exposición de Pintura / Adolfo Vásquez Rocca Obra: "El Viaje" / óleo

La Transparencia del Mal - Adolfo Vásquez Rocca

http://www.humboldt.edu/~first/images/education/HSU-Art-Education-students-prepare-their-lessons.jpg

Exposición de Adolfo Vásquez Rocca





http://img20.imageshack.us/img20/4425/adolfovasquezroccaexpopnr3.jpg

http://www.nu-art.com/final/visual.jpg


http://revista.escaner.cl/files/OBRA%20KAFKA%207.JPG

http://img472.imageshack.us/img472/683/adolfovasquezroccazh8.jpg


Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado recientemente el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008.
http://www.psikeba.com.ar/actualizaciones/archivo_04_06/imagenes/Sloterdijk_Seminario7.jpg
Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso - Postgrado


Directorio de recursos digitales - Ministerio de Cultura, España

http://roai.mcu.es/es/consulta/busqueda_referencia.cmd?campo=idautor&idValor=3440


Ver EXPOSICIÓN: Adolfo Vásquez Rocca

conferencias
Dr. Adolfo Vásquez Rocca\n\u003c/span\>",0] ); //--> Dr. Adolfo Vásquez Rocca. México 2007
Ciclo de Conferencias en México
invitado por la Fundación Hombre y Mundo
y la UNAM


Ver: http://www.psikeba.com.ar/AVR/Mexico2006/2007.htm

LA CRÍTICA DE ARTE Y LA ESTÉTICA CONTEMPORÁNEA Por Adolfo Vásquez Rocca


Adolfo Vásquez Rocca - Exposición: La Condición Posthumana

La condición posthumana/ Itaca/ Homines. Portal de Arte y Cultura

Ver: ARQUITECTURA DE LA MEMORIA; CONSTRUIR, HABITAR, PENSAR


Artículo "Rostros y espacio interfacial; hacia una teoría del retrato en Sloterdijk", en ENFOCARTE Nº 33, Revista de Arte Patrocinada por la Secretaría de Cultura | Gobierno de Buenos Aires. http://www.enfocarte.com/7.33/rocca.html

ESTÉTICA DE LA VIRTUALIDAD Y DECONSTRUCCIÓN DEL MUSEO COMO PROYECTO ILUSTRADO Parte I

LA CRÍTICA DE ARTE Y LA ESTÉTICA CONTEMPORÁNEA Por Adolfo Vásquez Rocca

http://www.psikeba.com.ar/AVR/Mexico2007/Adolf_Conferencia_Nietzsche_2007.jpg

Universidad Andrés Bello UNAB Dr. Adolfo Vásquez Rocca Universidad Andrés Bello

Director

Revista Observaciones Filosóficas

http://img207.imageshack.us/img207/7520/00o0avisualphilosophyck2.jpg

| E-mail: adolfovrocca@gmail.com

http://revista.escaner.cl/files/Libro%20SLOTERDIJK%20_Adolfo%20V%C3%A1squez%20Rocca%20IAM%2028%20.jpg

LIBRO "PETER SLOTERDIJK"; UNA INTRODUCCIÓN A "ESFERAS" Por Adolfo Vásquez Rocca

PETER SLOTERDIJK Libro de Adolfo Vasquez Rocca | Institución Alfons el Magnànim (IAM) Valencia 2008

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Adolfo Vasquez Rocca Esferas Sloterdijk

Adolfo Vásquez Rocca Esferas de Peter Sloterdijk por Adolfo Vásquez Rocca


La Institució Alfons el Magnànim (IAM)

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| E-mail: adolfovrocca@gmail.com