Dr. Adolfo Vasquez Rocca Universidad Complutense de Madrid
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo.
Doctor
en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso;
Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía
IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. –Profesor de Postgrado
Instituto de Filosofía PUCV –Profesor Asociado al Grupo THEORIA (c)
Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado [Philosophy and Social
Sciences - Universidad Complutense | Madri+d UCM 1391 I Eastern
Mediterranean University – Academia.edu.
Publicaciones https://www.revistadefilosofia.org/indexada.htm
Peter Sloterdijk por Adolfo Vasquez Rocca
Investigación y Publicaciones en Filosofía Contemporánea y Estética UCM
Trayectoria Académica Dr. Adolfo Vásquez Rocca. ORCID iD
Doctor en Filosofía PUCV y Universidad Complutense de Madrid, Sociedad Española de Estética y Arte.
Directorio de Publicaciones. Isi - SciELO - Scopus
Connecting Research and Researchers
“SLOTERDIJK
Y HEIDEGGER: NORMAS PARA EL PARQUE ZOOLÓGICO-TEMÁTICO HUMANO, CULTURAS
POST-HUMANÍSTICAS Y CAPITALISMO CÁRNICO CONTEMPORÁNEO”.
NÓMADAS,
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad
Complutense de Madrid UCM,, NÓMADAS. 32 - Julio-Diciembre. 2017 (II),
pp. [102-125].
"𝗙𝗢𝗨𝗖𝗔𝗨𝗟𝗧;
'𝗟𝗢𝗦 𝗔𝗡𝗢𝗥𝗠𝗔𝗟𝗘𝗦', 𝗨𝗡𝗔 𝗚𝗘𝗡𝗘𝗔𝗟𝗢𝗚Í𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗢
𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗢𝗦𝗢. 𝗔𝗣𝗨𝗡𝗧𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗨𝗡𝗔
𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢𝗚𝗥𝗔𝗙Í𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗟𝗢𝗖𝗨𝗥𝗔", Dr.
Adolfo Vasquez Rocca
, NÓMADAS. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, Vol. 34(2), 403-420. 2017 Universidad Complutense de Madrid. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18126057022FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
PUBLICACIONES CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
Universidad Complutense de Madrid
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
"𝗟𝗔
𝗜𝗡𝗙𝗟𝗨𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗘𝗦𝗖𝗨𝗘𝗟𝗔 𝗗𝗘 𝗙𝗥𝗔𝗡𝗞𝗙𝗨𝗥𝗧
𝗘𝗡 𝗭𝗬𝗚𝗠𝗨𝗡𝗧 𝗕𝗔𝗨𝗠𝗔𝗡 𝗬 𝗥𝗜𝗖𝗛𝗔𝗥𝗗 𝗥𝗢𝗥𝗧𝗬: 𝗗𝗘 𝗟𝗔
𝗧𝗘𝗢𝗥Í𝗔 𝗖𝗥Í𝗧𝗜𝗖𝗔 𝗔 𝗟𝗔 𝗠𝗢𝗗𝗘𝗥𝗡𝗜𝗗𝗔𝗗 𝗟Í𝗤𝗨𝗜𝗗𝗔".
Dr. Adolfo Vasquez Rocca
NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid, Nº 50 (2017.1)
-
Vásquez Rocca, Adolfo, "SLOTERDIJK, AGAMBEN Y NIETZSCHE: BIOPOLÍTICA,
POSTHUMANISMO Y BIOPODER", Nómadas, Revista Crítica de Ciencias Sociales
y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, | ISSN-e 1578-6730, Nº.
23, 2009, págs. 291-302. https://www.redalyc.org/pdf/181/18111418016.pdf
“𝗗𝗘𝗥𝗥𝗜𝗗𝗔:
𝗗𝗘𝗖𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗖𝗖𝗜Ó𝗡, '𝗗𝗜𝗙𝗙É𝗥𝗘𝗡𝗖𝗘' 𝗬
𝗗𝗜𝗦𝗘𝗠𝗜𝗡𝗔𝗖𝗜Ó𝗡. 𝗨𝗡𝗔 𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔 𝗗𝗘 𝗣𝗔𝗥Á𝗦𝗜𝗧𝗢𝗦,
𝗛𝗨𝗘𝗟𝗟𝗔𝗦 𝗬 𝗘𝗦𝗣𝗘𝗖𝗧𝗥𝗢𝗦”.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca,
En NÓMADAS, Universidad Complutense de Madrid, Vol. 48 Núm. 2 (2016)
Cómo
citar: Vásquez Rocca, A. (2016). Derrida: Deconstrucción, ’différence’ y
diseminación. Una historia de parásitos, huellas y espectros. Nómadas.
Critical Journal of Social and Juridical Sciences, 48 (2), 289-301.
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo.
Doctor
en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso;
Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía
IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. –Profesor de Postgrado
Instituto de Filosofía PUCV –Profesor Asociado al Grupo THEORIA (c)
Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado [Philosophy and Social
Sciences - Universidad Complutense | Madri+d UCM 1391 I Eastern
Mediterranean University – Academia.edu.
Publicaciones https://www.revistadefilosofia.org/indexada.htm
viernes, 3 de julio de 2020
BAUDRILLARD; CULTURA, SIMULACRO Y RÉGIMEN DE MORTANDAD EN EL SISTEMA DE LOS OBJETOS. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
BAUDRILLARD Por Adolfo Vásquez Rocca
-VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "JEAN BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL", En ARQCHILE.CL ©
-VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "JEAN BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL", En ARQCHILE.CL ©
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “BAUDRILLARD; CULTURA, SIMULACRO Y RÉGIMEN DE
MORTANDAD EN EL SISTEMA DE LOS OBJETOS”, En Cuaderno de Materiales, Nº
23, 2011, 705-714 / ISSN: 1139-4382, Universidad Complutense de Madrid UCM. http://www.filosofia.net/materiales/pdf23/CDM45.pdf
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL", En EIKASIA. Revista de Filosofía, OVIEDO, ESPAÑA. ISSN 1885-5679, año II, Nº 11 (julio 2007) pp. 53-59.
<http://www.revistadefilosofia.com/11-02.pdf>
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO Y EL ODIO A LOS INTELECTUALES", CLARÍN, CULTURAL - Nº 24 - 2017 - Buenos Aires.
BAUDRILLARD Por Adolfo Vásquez Rocca
Baudrillard por Adolfo Vásquez Rocca
¿Cuál es en última instancia
el entramado ideológico del sistema de los objetos? ¿Qué ideario encarna este
sistema cuyos principios son la caducidad y
la obsolescencia —el imperativo de la novedad—,
la ley del ciclo y otros
automatismos semejantes? Baudrillard
[1] dirá que son dos: el principio personalizador, que se articula como
democratización del consumo de modelos por la vía de la serialidad y la ética
novedosa del crédito y la acumulación no productiva.
Hoy el glamour de las mercancías aparece como nuestro paisaje natural, allí
nos reconocemos y nos encontramos con «nosotros mismos», con nuestros ensueños
de poder y ubicuidad, con nuestras obsesiones y delirios, con los desperdicios
psíquicos en el escaparate de la publicidad —verdadero espejo que nos devuelve
nuestra imagen deformada— una verdadera
summa
espiritual de nuestra civilización, el repertorio ideológico de la desinhibición.
El carácter distintivo del
American way of life, de la última sociedad primitiva contemporánea
se escenifica en las formas del distanciamiento, en el paisaje
[2], en los grandes desiertos y carreteras de ese país que deja entrever
una profunda soledad, las inclinaciones que yacen bajo el optimismo americano;
la decrepitud del capitalismo tardío en la tierra de las oportunidades, del
american dream convertido en el insomnio incontenible de la banalidad
y la indiferencia; los Estados Unidos han realizado la desterritorialización
de la identidad, la diseminación del sujeto y la neutralización de todos los
valores y, si se quiere, la muerte de la cultura bajo el régimen de la mortandad
de los objetos.
En este sentido es una cultura ingenua y primitiva, no conoce la ironía, no
se distancia de sí misma, no ironiza sobre el futuro ni sobre su destino;
ella sólo actúa y materializa su política de Estado. Norteamérica realiza
así sus sueños y sus pesadillas.
Los norteamericanos repudian la sofisticación. El anti-intelectualismo subyace
a la idea de América. En lugar del intelectual —del teórico— el ciudadano
medio americano tiene en mayor estima al hombre de sentido común y de conocimientos
prácticos
[3]. Una figura al estilo de Edison. En cada americano hay un empresario.
La disposición para el trabajo práctico impera junto al afán de logro, la
disciplina y las observancias religiosas. Un colegio que pusiera su acento
en la erudición y la sensibilidad artística más que en el fortalecimiento
de la personalidad y el pragmatismo sería visto con reticencia.
Así, en los inicios de la historia norteamericana las humanidades, la literatura
y el conocimiento teórico y especulativo en general, fueron estigmatizados
como una prerrogativa de la aristocracia. La cultura pragmática a la americana
induce a la supresión de las asignaturas de humanidades de los planes de estudio
antes o durante la universidad. Los Máster son americanos o inspirados en
Estados Unidos. Los jóvenes sueñan en culminar su preparación en USA mientras
la universidad europea ha tomado una deriva empresarial a su semejanza.
Maś allá de la
«sociedad del espectáculo»
[7] y «el imperio de lo efímero» se instala la «norma de consumo» en el
plano de las necesidades sociales, también gobernadas por dos mercancías básicas:
la vivienda estandarizada, lugar privilegiado de consumo, y el automóvil como
medio de transporte compatible con la separación entre el hogar y el sitio
de trabajo. Ambas mercancías —y en especial, desde luego, el automóvil— fueron
sometidas a la producción masiva y la adquisición de ambas exige una «amplia
socialización de las finanzas» bajo la forma de nuevas o ampliadas facilidades
de crédito (compra a plazos, créditos, hipotecas, etc.). Más aún, «las dos
mercancías básicas del proceso de consumo masivo crearon complementariedades
(crédito hipotecario y automotriz) que producen una gigantesca expansión de
las mercancías, apoyada por una diversificación sistemática de los valores
de uso. El individuo se ve obligado a elegir permanentemente, a tomar la iniciativa,
a informarse, a probarse, a permanecer joven, a deliberar acerca de los actos
más sencillos: qué automóvil comprar, qué película ver, qué libro leer, qué
régimen o terapia seguir. El consumo obliga a hacerse cargo de sí mismo, nos
hace «responsables», se trata así de un sistema de participación ineludible
[8].
El dispositivo que activa este sistema de «obsolescencia acelerada» —que impera
a consumir compulsivamente— consiste en convencer al consumidor que necesita
un producto nuevo antes que el que ya tiene agote su vida útil y funcionalidades.
Ésta es una de las tareas de los diseñadores: acelerar la obsolescencia. A
este respecto el automóvil ha sido un caso paradigmático de las obsolescencias
decretadas del estilo, asociadas a las imágenes de prestigio y estatus que
le rodean.
Por una parte está el individuo que colecciona desde sellos de correos hasta
alfombras persas, y se siente así impulsado a «realizarse» en el placer que
supone la posesión de un conjunto de objetos, donde la idea misma de colección
está directamente vinculada a la posesión —no funcional— por encima de la
necesidad, es decir, a la riqueza y por otra las maneras de «usar» el excedente
como desperdicio. Aquí es posible identificar otra forma de mitología, la
de ciertas lógicas capitalistas, según la cual a épocas de prosperidad, cuando
la economía se expande y el crecimiento del producto es sostenido, le debiera
seguir o suceder tiempos donde el beneficio —en razón de los excedentes— alcance
a toda la población, incluso a la más desfavorecida, esto de acuerdo a la
conocida estrategia
de «crecimiento y chorreo» que dominó el «paraíso» neoliberal del Chile de
los '80. Pero en realidad esto nunca sucedió,
en su lugar advino la acumulación —incluso— del excedente; nuevas formas de
codicia y de fraude fiscal terminaron por ahogar esta promesa escatológica
del libre mercado.
N O T A S
[1]
BAUDRILLARD, Jean,
El sistema de los
objetos,
Siglo XXI Editores, 1999.
[2] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Edward Hopper y el ocaso del sueño americano, en Heterogénesis N.º 50-51 (Swedish-Spanish) Revista de arte contemporáneo. Tidskrift för samtidskonst, http://heterogenesis.se/Ensayos/ Vasquez/Vasquez2.htm
[3] VERDÚ, Vicente, El planeta americano, Ed., Anagrama, Barcelona, 1999, p. 105
[4] ZIZEK, Slavoj, La suspensión política de la ética, Ed. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2005, p. 77
[5] VEBLEN, T. Teoría de la clase ociosa, Fondo de Cultura Económica, México, 1999.
[6] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Baudrillard; Alteridad, seducción y simulacro, En PSIKEBA Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales de Buenos Aires, 2006; http://psikeba.com.ar/articulos/AVRbaudrillard.htm
[7] Existen dos intentos recientes de utilizar el concepto de fetichismo de la mercancía para explicar la cultura capitalista del siglo XX. Uno de ellos es, desde luego, la crítica a la «industria de la cultura» elaborada por Horkheimer y Adorno en Dialéctica de la Ilustración, y el segundo es el análisis desarrollado por Guy Debord y otros miembros de movimiento situacionista en los años sesenta. Parodiando la frase con que se inicia El capital, Debord afirma que «toda la vida de las sociedades donde reinan las condiciones modernas de producción se anuncia como una acumulación inmensa de espectáculos», y agrega que el espectáculo «en todas sus formas específicas, como información o propaganda, publicidad o consumo directo de entretenimiento», debe ser visto como «una relación social entre las personas mediada por imágenes». Como tal, la «sociedad del espectáculo» es «la realización absoluta» del «principio del fetichismo de la mercancía». Si bien Baudrillard admite la influencia de los situacionistas, rechaza sin tapujos sus ideas: «No vivimos ya la sociedad del espectáculo... como tampoco los tipos específicos de alienación y represión que ésta conlleva». Podemos presumir que ello se debe a que conceptos como los de alienación y represión presuponen la existencia de algo alienado o reprimido. Debord afirma decididamente que la sociedad del espectáculo implica un forma distorsionada de relación social, habla de «la praxis social global escindida entre realidad e imagen» y dice que «dentro de un mundo puesto realmente de cabeza, lo verdadero es el movimiento de lo falso». Todo lo anterior es rechazado de plano por Baudrillard, para quien realidad e imagen, falso y verdadero, se confunden de manera endémica en el mundo hiperreal de la simulación.
[8] LIPOVETSKY, Gilles, L'Ere du vide, París, 1983, pp. 7, 14
[9] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Coleccionismo y genealogía de la intimidad, en Almiar (Margen Cero), Madrid, 2006,
[10] BAUDRILLARD, Jean, El sistema de los objetos, México, Siglo XXI, 1985; p. 74.
[11] BAUDRILLARD, Jean, Amérique, París, 1986, pp. 21 y sgtes.
[12] BAUDRILLARD, Jean, La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras, Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1974.
[13] EWEN, Stuart, Todas las imágenes del consumismo; la política del estilo en la cultura contemporánea, Ed. Grijalbo, México, 1998, p, 284.
[2] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Edward Hopper y el ocaso del sueño americano, en Heterogénesis N.º 50-51 (Swedish-Spanish) Revista de arte contemporáneo. Tidskrift för samtidskonst, http://heterogenesis.se/Ensayos/ Vasquez/Vasquez2.htm
[3] VERDÚ, Vicente, El planeta americano, Ed., Anagrama, Barcelona, 1999, p. 105
[4] ZIZEK, Slavoj, La suspensión política de la ética, Ed. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2005, p. 77
[5] VEBLEN, T. Teoría de la clase ociosa, Fondo de Cultura Económica, México, 1999.
[6] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Baudrillard; Alteridad, seducción y simulacro, En PSIKEBA Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales de Buenos Aires, 2006; http://psikeba.com.ar/articulos/AVRbaudrillard.htm
[7] Existen dos intentos recientes de utilizar el concepto de fetichismo de la mercancía para explicar la cultura capitalista del siglo XX. Uno de ellos es, desde luego, la crítica a la «industria de la cultura» elaborada por Horkheimer y Adorno en Dialéctica de la Ilustración, y el segundo es el análisis desarrollado por Guy Debord y otros miembros de movimiento situacionista en los años sesenta. Parodiando la frase con que se inicia El capital, Debord afirma que «toda la vida de las sociedades donde reinan las condiciones modernas de producción se anuncia como una acumulación inmensa de espectáculos», y agrega que el espectáculo «en todas sus formas específicas, como información o propaganda, publicidad o consumo directo de entretenimiento», debe ser visto como «una relación social entre las personas mediada por imágenes». Como tal, la «sociedad del espectáculo» es «la realización absoluta» del «principio del fetichismo de la mercancía». Si bien Baudrillard admite la influencia de los situacionistas, rechaza sin tapujos sus ideas: «No vivimos ya la sociedad del espectáculo... como tampoco los tipos específicos de alienación y represión que ésta conlleva». Podemos presumir que ello se debe a que conceptos como los de alienación y represión presuponen la existencia de algo alienado o reprimido. Debord afirma decididamente que la sociedad del espectáculo implica un forma distorsionada de relación social, habla de «la praxis social global escindida entre realidad e imagen» y dice que «dentro de un mundo puesto realmente de cabeza, lo verdadero es el movimiento de lo falso». Todo lo anterior es rechazado de plano por Baudrillard, para quien realidad e imagen, falso y verdadero, se confunden de manera endémica en el mundo hiperreal de la simulación.
[8] LIPOVETSKY, Gilles, L'Ere du vide, París, 1983, pp. 7, 14
[9] VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, Coleccionismo y genealogía de la intimidad, en Almiar (Margen Cero), Madrid, 2006,
[10] BAUDRILLARD, Jean, El sistema de los objetos, México, Siglo XXI, 1985; p. 74.
[11] BAUDRILLARD, Jean, Amérique, París, 1986, pp. 21 y sgtes.
[12] BAUDRILLARD, Jean, La sociedad de consumo. Sus mitos, sus estructuras, Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 1974.
[13] EWEN, Stuart, Todas las imágenes del consumismo; la política del estilo en la cultura contemporánea, Ed. Grijalbo, México, 1998, p, 284.
ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA.
Doctor
en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso;
Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV,
Teoría del Conocimiento y Pensamiento
Contemporáneo. Áreas de Especialización: Antropología y Estética. Profesor
de Postgrado
del Instituto de Filosofía de la PUCV, del Magíster en Etnopsicología, Escuela de Psicología PUCV, Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB.
Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado.
del Instituto de Filosofía de la PUCV, del Magíster en Etnopsicología, Escuela de Psicología PUCV, Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB.
Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado.
BAUDRILLARD: CULTURA, SIMULACRO - Revista UCM
PDF
BAUDRILLARD: CULTURA, SIMULACRO Y RÉGIMEN DE MORTANDAD. EN EL SISTEMA DE LOS OBJETOS. BAUDRILLARD: CULTURA, SIMULACRO Y ...
lunes, 13 de enero de 2020
FILOSOFÍA Y LITERATURA CONTEMPORÁNEA DE NIETZSCHE A PETER SLOTERDIJK Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Adolfo Vasquez Rocca - Complutense University of Madrid
Arte Conceptual: Obras e Instalaciones.
"ARTE CONCEPTUAL Y POSCONCEPTUAL. LA IDEA COMO ARTE: DUCHAMP, BEUYS, CAGE Y FLUXUS". Adolfo Vasquez Rocca PH.D
NÓMADAS,
Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD
COMPLUTENSE DE MADRID, Nómadas Nº 37 | Enero-Junio 2017 (I).
- “PINA BAUSCH; DANZA ABSTRACTA Y PSICODRAMA ANALÍTICO”. Vídeo: https://youtu.be/4e3U0flBwJ0
- Dr. Adolfo Vásquez Rocca, Heterogénesis [Swedish-Spanish] Revista
de Arte contemporáneo. , 2016. Paper: PINA BAUSCH; DANZA ABSTRACTA Y
PSICODRAMA ANALÍTICO. Heterogénesis [Swedish-Spanish] Revista de Arte
contemporáneo. , 2016,
“PETER SLOTERDIJK: NORMAS Y DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO O LA CRISIS
DEL HUMANISMO COMO UTOPÍA Y ESCUELA DE DOMESTICACIÓN”, Adolfo Vásquez
Rocca, En UNIVERSITAS © Revista de Filosofía, Derecho y Política, Nº 8,
2018, pp. 105-119. Universidad Carlos III de Madrid. <http://universitas.idhbc.es/n08/08-06.pdf>
Adolfo Vásquez Rocca Ph.D - Doctor en Filosofía con mención en Estética y
Teoría del Arte. PUCV - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
Publicaciones Académicas y Proyectos de Investigación: https://www.semanticscholar.org/author/Adolfo-V%C3%A1squez-Rocca/104245826?fbclid=IwAR3RjBuDUgJJer27uPNo0DpnHwFNXZ2pla68xsV1rvH6SYwRHSkSkH2VxVQ
Publicaciones Académicas y Proyectos de Investigación: https://www.semanticscholar.org/author/Adolfo-V%C3%A1squez-Rocca/104245826?fbclid=IwAR3RjBuDUgJJer27uPNo0DpnHwFNXZ2pla68xsV1rvH6SYwRHSkSkH2VxVQ
Contacto: adolfovrocca@gmail.com
Strictly
separate disciplines before, art history, literary criticism,
sociology, political science and history, begin to look at their
boundaries blurred and crossed in a particular class of hybrid… (More)
Deconstruction
breaks at the thought of writing a script writing, that for now forces
another read: no longer magnetized to the hermeneutic understanding of
meaning he wants-make a speech, his… (More)
Esferas
gravita alrededor de los espacios de coexistencia, que se pasan por
alto o se consideran comunmente como dados encubriendo asi la
informacion crucial para desarrollar una comprension de como… (More)
A
partir de la descripcion de los sucesivos procesos de globalizacion se
muestra como este fenomeno –la globalizacion– tiene lugar por
operaciones con efectos de lejania e implicaciones… (More)
A
partir de la metafora del Palacio de Cristal Sloterdijk desarrolla un
analisis filosofico-arquitectonico de como el capitalismo liberal
encarna una particular voluntad de excluir el mundo exterior,… (More)
El
presente ensayo se ocupa de una de las obras capitales de Rorty
–Contingencia, ironia y solidaridad– en la que es posible encontrar las
claves de su pensamiento etico y politico. El sujeto de… (More)
espanolSe
analiza el alcance de la polemica que Sloterdijk desato entre algunos
intelectuales europeos tras declarar su disidencia contra el pago de
impuestos a la renta, por considerar esa… (More)
Los
escritos de Baudrillard, tributan a una obsesion que ya estaba en sus
primeros libros: el signo y sus espejos, el signo y su producción febril
en la sociedad de consumo, la virtualidad del mundo… (More)
Que
ciertos individuos comenzaran a presentarse a contramarcha de los
esquemas de su cultura y fueran capaces de emitir consignas de negacion
abiertas a la normalidad cosmica, es algo que se puede… (More)
Se
aborda el fenómeno del individualismo contemporáneo, las
transformaciones de la intimidad y la fragilidad de los vínculos
humanos. Se muestra cómo las sociedades telemáticas dan lugar a nuevas… (More)
Que
ciertos individuos comenzaran a presentarse a contramarcha de los
esquemas de su cultura y fueran capaces de emitir consignas de negacion
abiertas a la normalidad cosmica, es algo que se puede… (More)
It
deepens the research on privacy sphereology developed by Sloterdijk in
Spheres I: Humans stirred up a concert of making connections themselves
in creative influences multiple operators in a highly… (More)
Es
mediante la apelacion a algunos criticos relevantes de la modernidad –
Freud, Simmel, Adorno, Horkheimer, Shestov, Muller-Hill, Kafka, etc.–
que Bauman se esfuerza por construir una autentica… (More)
Mas
alla de los debates biopolíticos a los que dio lugar la polémica
conferencia “Normas para el Parque Humano” se examina la verdadera
intención de Sloterdijk al interrogar por los fundamentos de la… (More)
Se
expone la metaforica de las Espumas con la que Sloterdijk cierra su
trilogia Esferas. Mediante esta figura –la de de la implosion de las
esferas– se intenta dar cuenta del caracter multifocal de… (More)
Se
revisara e intentara fundamentar la tesis de Rorty segun la cual no hay
ni jerarquia ni diferencia radical entre las disciplinas o generos
discursivos, tanto en las asi llamadas humanidades como… (More)
Adolfo Vasquez Rocca - Complutense University of Madrid
Me
referire a las diferentes perspectivas desde las que pueden ser
abordadas las relaciones entre Filosofia y Arte en la Postmodernidad,
acotando mi exposicion a la Literatura, el Cine y la Plastica… (More)
La
ira esta registrada en el centro de nuestra civilizacion. Como advierte
Sloterdijk, la propia escatología cristiana comporta un furor apocalíptico que sigue demandando resarcimiento. En realidad,… (More)
Germán Marín, escritor de la memoria
Ayer falleció uno de los mayores escritores de nuestro país.
Leer su trilogía Historia de una absolución familiar, o El palacio de la
risa, Lazos de familia y Compases al amanecer, corroboran que no hay en
la literatura chilena otra obra que muestre mejor el carácter público
de la memoria: los hechos que trae hasta nosotros configuran un mundo
que no es solo suyo; es un mundo compartido. Incluso su escritura –de
frases largas, que van y vienen, como el fluir de la vida– refleja los
movimientos que hacemos cuando, tejiendo unas imágenes con otras,
sintiendo pena o alegría, recordamos.
por Carlos Peña I 30 Diciembre 2019
“La función del lenguaje no es informar, sino evocar”
Jacques Lacan
Hay dos tipos básicos de escritores, los
de la imaginación y los de la memoria. Los primeros fantasean y los
segundos recuerdan; los primeros usan las palabras para hacer castillos
en el aire que nos distraen o nos consuelan; los segundos las usan para
descubrir una extraña pulsión que los anima y que ellos mismos no saben,
hasta que la escriben, identificar. Ambos tipos de escritores usan las
palabras para inteligir la realidad, pero quien mejor lo logra es el
escritor de la memoria porque a fin de cuentas, como decía Valle Inclán,
las cosas no son como las vemos sino como las recordamos.
La distinción entre escritores de la
imaginación y escritores de la memoria es arbitraria, aunque cuenta con
ilustres defensores. El principal y más antiguo de todos es Avicena,
quien sugirió que la imaginación era meramente formal y la memoria, en
cambio, intencional, motivo por el cual quien imagina nunca se estremece
ante lo imaginado; pero quien recuerda puede conmoverse hasta las
lágrimas. La escritura de la memoria no está animada por una fantasía
sino por una pulsión que hiere al autor, algo que la escritura simula
curar pero que en realidad, muchas veces, se agrava.
Sí, se agrava.
Hay un espléndido texto de Derridá, titulado La farmacia de Platón, donde explora el mito del origen de la escritura que aparece en el diálogo Fedro.
En ese texto, la invención de la escritura es presentada como un
fármacon: He aquí –dice Zeus en el relato de Platón– un invento que
hará a los egipcios más instruidos y capaces de acordarse: la memoria y
la instrucción hallarán en la escritura su fármacon. La palabra fármacon
suele ser traducida como remedio, pero Derridá explica que también
significa veneno, y es que la escritura aparenta ser un remedio a la
falibilidad de la memoria, cuando en vez de curar el olvido, lo empeora:
si escribimos algo, la realidad es rebajada, parte de ella pasa a
pérdida y por eso la escritura solo en apariencia es un remedio.
De todos los escritores de la memoria
que ha dado nuestro país, el narrador por antonomasia es, sin duda,
Germán Marín. No hay en la literatura chilena otra obra que muestre
mejor el carácter público de la memoria. Este hecho –que la memoria que
trae hasta nosotros un mundo es siempre una memoria compartida–
resplandece una y otra vez en los textos de Germán Marín, quien al
escribir su propia memoria, escribe en alguna medida la de todos.
Y es que no hay tal cosa como mi memoria
o mi mundo, si por esto entendemos una esfera privada de experiencias y
de significados que se sostenga en sí misma y que sea anterior y más
fundamental que el mundo que compartimos con otros. En la filosofía, es
esta una idea que subrayó Heidegger. Mientras Sartre o Husserl, y para
qué decir Descartes, intentaron preguntarse cómo era posible, a partir
de mi mundo, llegar a una experiencia intersubjetiva con los otros,
Heidegger mostró que los seres humanos están desde el inicio siendo con
otros y que el mundo “es siempre el mundo que uno comparte con los
demás”.
La habilidad de Germán Marín es
exactamente esa: no ceder a la ilusión del yo privado y, en cambio,
hacer ver permanentemente en su escritura, cuando relata sus días en la
Escuela Militar, los incidentes familiares y cuando mira una foto, que
el mundo que trae el recuerdo es siempre un mundo compartido, en algún
sentido el de todos.
Toda la obra de Marín es eso: un
gigantesco esfuerzo por rescatar la memoria y, por esa vía, el mundo.
Marín es un animal, por decirlo así, memorioso; pero no porque tenga
buena memoria, sino porque concibe la vida y la existencia como la
edición de lo que recordamos.
Leer a Germán Marín es sumergirse en los
meandros de la memoria y tomar conciencia del entramado de significados
y de sentidos que constituye el mundo. Incluso su escritura –las frases
largas, que van y vienen, recuperándose cuando están a punto de caer,
hasta que el peligro empieza de nuevo– refleja los movimientos que
hacemos cuando, tejiendo unas imágenes con otras, escapando hacia allá o
hacia acá con una u otra digresión, sintiendo pena o alegría,
recordamos. La trilogía Historia de una absolución familiar ejecuta, a una altura que la literatura chilena nunca había alcanzado, esa relación entre escritura, memoria e historia.
La habilidad de Germán Marín es exactamente esa: no ceder a la ilusión del yo privado y, en cambio, hacer ver permanentemente en su escritura, cuando relata sus días en la Escuela Militar, los incidentes familiares y cuando mira una foto, que el mundo que trae el recuerdo es siempre un mundo compartido, en algún sentido el de todos.
En esas tres novelas (¿o habría que
hablar de una sola, inmensa y continuada y gigantesca, novela?) la
narración no solo está ejecutada como evocación o recuerdo explícito,
sino que en ella se intercala un diario de vida, el diario del escritor,
en el que se deja constancia del presente (un presente que la escritura
va inevitablemente rebajando) y de las vicisitudes de la escritura y
del recuerdo. El libro así es casi una reflexión sobre las relaciones
entre la escritura y la memoria. Escritura de lo que se recuerda y
registro de la edición. Se recuerda, sugiere Marín, para intentar editar
lo que vivimos y así absolvernos de la culpa. Cuando vivimos, las cosas
se viven con la premura del instante y es únicamente cuando recordamos
cuando nos vemos como agentes que pudimos escoger, seres más o menos
libres cuyo curso de acción estaba, en cierta medida, entregado a sí
mismos. Y al reconstruirnos ex post como agentes, podemos sentir culpa y
de esa manera absolvernos. Recordamos, pues, para sentirnos como
agentes de lo que somos y sentimos culpa no por un afán masoquista o
sufriente, sino para sabernos libres.
La culpa, paradójicamente, nos libera.
De toda su producción, quizá el lugar en
el que ese vínculo aparece de forma más notoria, enlazando la memoria
privada y la pública (o mejor aún: desmintiendo esa distinción) es Lazos de familia y Compases al amanecer.
En Lazos de familia es la
fotografía la que desata el pasado que, en vez de rememorar, Marín hace
el esfuerzo por exorcizar. Y es que hay recuerdos que, al traerlos a la
conciencia de hoy, pueden resultar, justamente por añorables,
destructores. La felicidad recordada suele causar dolor. El recuerdo (lo
recordado, más bien, como ocurre en “Un día feliz” de este libro) suele
ser la medida de la inevitable mediocridad del presente.
En Lazos de familia la fotografía es empleada no como un artificio que desata la disquisición ensayística (como ocurre en Los anillos de Saturno,
de Sebald) sino como un archivo que acredita la fugacidad de la
existencia y del mundo circundante donde ella acontece. Walter Benjamin
observa que la distinción entre el arte pictórico y el fotográfico
deriva del hecho que en el primero nos interesa el autor (el sujeto que
es capaz de trazar en la tela un momento real o imaginado), en tanto que
en la segunda nos interesa el momento que la fotografía congeló.
¿Por qué?
Lo que ocurre es que nuestra existencia
siempre está transcurriendo (está “habiendo sido”, cabría insistir) y la
fotografía nos permite archivarla en momentos discretos que, sin
embargo, traen hasta nosotros un mundo entero. La sospecha de la
fenomenología (que vemos lo que vemos siempre sobre un fondo, un mundo
circundante que lo hace posible de manera que al recordar un objeto
rescatamos el mundo que lo recortaba y lo hacía posible) queda así
acreditada mediante la fotografía. La gracia notable de Marín en este
libro precioso es ejercitar esa memoria de archivo que acaba siendo
también la memoria del lector. Marín mira una foto –de una estatua, una
escena, una cosa– y es capaz mediante la palabra, esa palabra cadenciosa
que trata a las frases como si fueran un permanente desafío de
equilibrio, de traer hasta el presente el mundo que circundaba lo que la
foto atrapó.
Un esfuerzo semejante se ejecuta en Compases al amanecer,
solo que aquí es el recuerdo de un programa de radio que acompañaba a
solitarios insomnes y a taxistas, el que es capaz de desatar la ficción.
Una ficción que está, en cualquier caso, atada a la memoria.
Desde antiguo (desde Aristóteles, para
ser preciso) la ficción aparece como mímesis, como imitación de lo real.
Fingir equivale, en la escritura y en el gesto, al intento de imitar
algo que se estima digno o indigno. Pero, como se ha observado muchas
veces, la mímesis apenas aparenta imitar lo real: en verdad lo que hace,
a pretexto de la imitación, es transgredirla, mostrar que la realidad
real pudo ser de otro modo. Y lo mismo –Marín es consciente de esto–
ocurre cuando se escribe sobre el recuerdo: “Acaso sea una remembranza
inventada, como más de una vez me he mentido, producto del deseo de que
así hubiera sido”, escribe en “Escena en el parque”.
La buena literatura devela esa
particular índole de la condición humana y del lugar que en ella le cabe
a la novela, o a esos hermosos textos híbridos que creó Germán Marín:
la de narrarnos y así, siquiera por algunos momentos, tener la ilusión
que fuimos, o que somos, autores de lo que vivimos.
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